¿Os acordáis de los videojuegos más primitivos? Menudos gráficos tenían, ¿verdad? En realidad, ahora, todo eso tiene su encanto, y le genera nostalgia a todo aquel que tiene sentimiento gamer y cierta experiencia en el mundo de los videojuegos. Lo que antes era un aspecto gráfico “normal” de un videojuego, pixelizado a más no poder y con poca variedad cromática, se ha convertido en un estilo retro que muchos opinan que merece ser objeto de admiración. De hecho, hay diseñadores gráficos que están obsesionados con materializar sus bocetos mentales y convertirlos en obras pixelizadas, lo que comúnmente se conoce como Pixel Art: homenaje al píxel.
Un caso reciente y muy significativo, a la par que sustancioso, en cuanto al amplio repertorio de personajes de ficción que recoge la obra, es el del equipo de Pixels In Stitches. Ellos se han inspirado en multitud de universos de ficción, desde Toy Story hasta Harry Potter, para crear patrones de punto cuando menos fantásticos.